jueves, 31 de mayo de 2012

Great Smoky Mountains (Tennessee)

Imagino que ya era hora de que os contase más cosas, en particular el fin de semana; pero me tenéis que disculpar ya que hice un largo viaje: volví el lunes porque aquí era festivo (el último lunes de mayo es el Memorial Day en el que recuerdan a los caídos en guerra) y al llegar estaba muy cansada y ayer un poco vaga :p




He de deciros que otra forma de ver el país es conociendo sus Parques Nacionales como las Great Smoky Mountains (o más o menos las Grandes Montañas Humeantes por la neblina que cubre las cimas) Es un parque al que llegan unos 10 millones de visitantes al año, uno de los más concurridos del país, y que se encuentra entre los estados de Tennessee y Carolina del Norte. Con respecto a Luisiana está a varias horas en coche y es una hora más, por lo que había 6h de diferencia con España.


Allí llegamos al mediodía del sábado porque Bhavaani quedó con unos amigos para hacer rafting, que nos llevó como unas 2,5h. Nos llevaron en el típico bus escolar hasta el inicio del recorrido y el resto... ya se sabe: en la balsa con chalecos especiales y ¡a mojarse en los rápidos! Aunque la verdad es que me lo pasé mejor con mi hermana haciendo piragüismo el año pasado en el Duero: menos movido, acabas poco mojado pero era con alguien conocido y cogimos membrillos y uvas, ¡¡además de ver un sujetador entre las matas!! jajaja. Pero bueno, qué se le va a hacer...




Después nos fuimos al Clingmans Dome que es un mirador que hay en la montaña más alta del parque (2025m), aparcamos y anduvimos como 30min hasta la cima en la que había una torre (antiguamente de madera) Como podéis ver en la foto en la que salgo, hay bastantes árboles moribundos allí arriba porque se ven afectados por las lluvias ácidas, pero el resto de la zona es espléndida.


<-- En esta foto parezco más dominguera que otra cosa... pero la pongo porque me acordé de la "Peña Gorda" en el pueblo de mi madre, jeje.

Del sábado no mucho más... nos fuimos a la pedazo de cabañísima que habíamos alquilado todos juntos y digo cabañísima que no cabaña porque tenía jacuzzi (aunque no le usé), billar, futbolín (jugadores alineados de diferente manera, de plástico, con las patas juntas y enano), etc. Eso sí, estaba genial el ponerse por la mañana con el portátil en las mecedoras del balcón con vistas al bosque y las montañas (ése era el momento mítico de mi padre para tirar migas a los pajarillos, aunque no se les veía):

A continuación, nos fuimos de senderismo a la zona de Cades Cove, de nuevo dentro del parque... ¡¡hacía mil que no hacía senderismo!! Pero estuvo bien, fácil y no un camino de cabras como en los que nos metíamos en los scouts a veces, jeje. ¡Qué pena de no haber estado con Ana o Sara para estar por ahí trotando! El caso es que era como 1,5h ida y otro tanto vuelta de la cascada que fuimos a ver (a un paso más o menos relajado) Además, al pie de la cascada había un laguillo en el que se bañaba la gente, aunque yo no me metí. También me volví a acordar de mi padre por los renacuajos de la derecha por un día cuando era pequeña que nos pusimos a cogerles en una charca al lado del pueblo de mi madre.

   

También he de deciros que en la foto de la derecha con la cascada ya tenía los pantalones rotos... sí... ¡rotos! Me subí a una roquita de detrás para sacar una foto y ¡ras! a lo americano, para variar. Así que con ventilación extra para el resto del día... que por suerte no se notaba al caminar porque vaya boquetes en la pata derecha... no se abrió más porque estaban las costuras...
Ya hambrientos nos fuimos a Gatlinburg, la ciudad tan turística que está al lado del parque a comer-cenar en un T.G.I. Friday's (Thanks God It's Friday o Gracias a Dios es Viernes) en el que me topé con... ¡¡los osos amorosos!! y también con el maestro Yoda, para todos los amigos frikis que me estéis leyendo. (Éso va por vosotros Álvaro, Luis, Manu, Jonás, Millán)


Gatlinburg es muy curiosa... porque la ciudad en sí no tiene nada en particular; sin embargo, le han sacado provecho al turismo del parque y se han liado a poner un montón de atracciones turísticas; me sentí como en la feria pero sin atracciones grandes. Había mini-golf, ascensor panorámico (perfecto para Álvaro, jaja), un montón de sitios para comer, tiendas de souvenirs, un acuario, cine en 3D, una mansión del terror... A la mansión del terror sí que entramos... y me recordó a la serie de Dexter: había cuerpos en bolsas colgando, cabezas colgando, un tío con una motosierra, otro haciendo de loco, otro de carnicero con un cuerpo delante... además este último te lanzaba un trapo mojado a modo de víscera contra una verja y te salpicaba agua lo cual es una sensación extraña. Aunque más que nada me eché unas risas.


Por último ya nos volvimos a nuestra cabaña perdida en el monte a descansar porque el lunes tocó conducir todo el día: de hecho Bhavaani me dejó el coche de alquiler que teníamos y tirando tirando... ¡acabé conduciendo unas 6,5h! Creo que estoy haciendo más km que todo lo que he conducido anteriormente en España.

Os dejo deleitándoos con unas fotos en particular que saqué al principio de la vuelta ya que pillamos aglomeraciones cerca de Sevierville (de nuevo aprovechando el turismo) He aquí un castillo para el mini-golf, a King Kong, una casa del revés y para los que aún no hayan visto de todo: ¡unos cerdos voladores!