domingo, 12 de agosto de 2012

Nueva Orleans (Louisiana)

Por segunda vez y tras bastante tiempo desde la primera, fui a Nueva Orleans (21 de julio). Como otras muchas veces, cogí la mochila, agua fría y agua congelada… y a falta de coche: la bici y el bus.

En lugar de quedarme por el centro (si recordáis: French Quarter y French Market) vi la otra cara de la ciudad; más bien las otras dos.
Comencé por dirigirme por el norte del distrito de oficinas para ver el “Superdome” de cerca (el estadio) y así acceder también desde el norte al Distrito de los Jardines (Garden Distric)


Garden Distric se divide en dos zonas que reflejan cosas muy distintas de la ciudad. La zona nórdica refleja cierta pobreza: vi una furgoneta caritativa que repartía comida y los edificios están menos cuidados (no sé si es que no les renovaron demasiado después del huracán Katrina, como sabéis en 2005) Es un contraste extraño ya que no muy al fondo se aprecian los rascacielos de la zona de oficinas y la parte baja de Garden District es precisamente una zona más para ricos. Paseando entre varias calles pude ver la casa de la famosa escritora Anne Rice (todos sabemos de sus Crónicas Vampíricas y Entrevista con el Vampiro) La mayoría de estas casas son mansiones y, alguna de ellas, antiguas plantaciones de las que ya sólo se conserva la casa (los interiores son privados)



También en este barrio se encuentra el cementerio “Lafayette Cementery No.1”, donde se ven muchas tumbas de alemanes e irlandeses que murieron en la época de la fiebre amarilla. Aquí me encontré con una escena un tanto curiosa: una señora paseaba en carrito a su perro porque al parecer estaba enfermo y no podía caminar… buen ejemplo de lealtad de humano a perro, en lugar de como acostumbramos a ver al revés.

A continuación, seguí pedaleando hacia el oeste al Distrito Alto: curiosamente lo que llaman Distrito Alto está más abajo y el Distrito Bajo (la traducción sería: centro de la ciudad) está más arriba. El caso es que aquí es donde está la zona universitaria; pero como era un buen trecho (igual al que ya había recorrido), decidí ver una sinagoga que tenía cerca y volví a pasar por los barrios antes mencionados, esta vez por el sur.


Pude comprobar que la guía exagera algunas cosas. Por ejemplo, el distrito de los jardines no parece que tenga tantos jardines, quizá entre las casas señoriales sí; pero hay algún jardín (God’s Vineyard y Le Jardin du Soleil) que indica la guía que son jardines o jardines comunitarios donde plantan vegetales (Nueva Orleans tiene un elevado contenido en plomo en el suelo y así se ayuda a disiparlo)… y la verdad que dije: si viene en la guía merecerá la pena… pero no. Hay veces que son cuatro plantas puestas al lado de alguna casa y ya.

Lo que sí merece la pena de este barrio es la Calle de la Revista (Magazine St.) ya que es una zona comercial no tan turística como el centro y que contiene tiendas más variadas de ropa (desde elegante a estilos más alternativos) así como pequeñas galerías de artistas locales (los de Jackson Sq. suelen ser pintores y en esta zona parece que además tienen otros artilugios) 

Y allí es donde comí, de nuevo a recomendación de la guía (en esto parece que no falla, jeje) El sitio se llama “Joey’s K” y me comí un po-boy con acompañamiento de jambalaya. El (o la, ¡no estoy segura del género!) jambalaya es básicamente arroz especiado con trozos de salchicha y/o alubias (de estas rojas que no le gustan mucho a mi madre, jeje)


Después volví por el sur de la zona de oficinas  y antiguos almacenes: Monumento a Robert E. Lee, Plaza Lafayette… y vi una fiesta, como dicen por aquí “Dog days” (días de perros: vamos, de fiestas juveniles para universitarios) ¡¡Tenían hinchables con agua y hacían carreras de relevos!! ¡¡Ahí… en medio de la ciudad!! Tenían música, bebida… al parecer, lo organizaba el bar “El ático”… aquí el ático, en Valladolid tenemos “El Trastero”, jaja.


Lo siguiente ya fue en el centro porque, ya que me quedé con ganas de ver el Museo del Carnaval de Mobile, entré al “Presbitère” que tenían una exposición del huracán Katrina así como de Mardi Gras.
La parte del Katrina era interesante. Se contaban diferentes historias, que mucha gente evacuó hacia Texas, otros se quedaron refugiados unos cuantos días en el Superdome (curiosamente la mayoría que se quedó ahí era población de color, con lo cual, el gobierno de la ciudad se dio un poco más cuenta del desbalance entre la sociedad de la ciudad) La mayoría de los fallecidos creo recordar que fueron un 80% mayores de 75 años… y también hubo quien se quedó en su casa y quien murió alojado en el ático por no poder romper el tejado para salir (¡qué angustia! Desde entonces se recomienda tener en todas las casas un hacha en los áticos)


En cuanto a Mardi Gras, cuentan diferentes tradiciones: por una parte las de las sociedades más rurales y luego cómo se vive en la ciudad. En cuanto al campo es más una mezcla con la cultura mejicana y afroamericana: hay desfiles de gente disfrazada (siempre usando máscaras algo rudimentarias) a caballo en los que suelen beber y divertir a la gente (generalmente se sacan unas propinas), incluso desfilan subidos de pie en los caballos. Por otra parte, en Nueva Orleans es más un festivo a lo grande y se ha convertido en un símbolo tan claro de la ciudad que todo el año se pueden adquirir máscaras de Mardi Gras (como las venecianas y como las de los médicos de la época medieval) y también los “Parade Throws” (las cosas para tirar durante la procesión) Es una más que curiosa costumbre que también se ve por Bourbon St. Y que ya os comenté que vi tanto ahí como a la salida del festival de jazz: tirar collares y otros objetos de poco valor, aunque al final se acaban gastando una millonada cada Mardi Gras. Dicen que surgió a partir de una costumbre europea (en París y otros sitios) de lanzar caramelos a las mujeres. La costumbre se acogió en Nueva Orleans sobre 1830 lanzando caramelos y con los años se extendió a lanzar otros útiles: desde dublones, muñequitos y collares al principio hechos de dublones.




También tienen la costumbre de coronar a alguien como Rey/Reina del Mardi Gras (¡incluso hay modalidad para gays o dragqueens!) con trajes voluminosos (quizá no tanto como en Canarias u otros sitios) ¡¡incluso hacen Roscón de Reyes!! (que también le llaman así), dicen que lo tomaron de Francia, pero deben echar también crema de queso (ideal para Álvaro oye), decorarlo con virutas de colores y esconden un bebe de plástico que quien lo encuentre tiene que pagar el siguiente roscón… vamos, como las habas en España.


Para terminar volví a pasear con la bici por otro distrito: Faubourg Marigny & The Bywater que, al igual que antes, decían que había cosas pero la mitad o no estaban o no eran muy allá. Las dos cosas más así fueron una hermita con cementerio y un punto en el que había una placa que marcaba el lugar de arresto de Homer Adolph Presly, un negro que violó la ley de separación en trenes por raza… mucho antes de todo lo de Marthin Luther King: en 1892.


 Ahhhh… una cosa que se me olvidaba es que en un parque encontré una especie de perro hecho con bolas pintadas… y luego resulta que me fui encontrando lo mismo en diferentes lugares: al parecer fomentando el arte local (uno bueno, pero son un poco feos y se hace cansado ver tantos)


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